Muchas empresas sociales antroposóficas se basan en una granja o negocio agrícola y en su economía circular participan personas con necesidades asistenciales. La agricultura, la ganadería, la horticultura, la apicultura, el procesado de alimentos, etc. son los ámbitos laborales en los que el trabajo inclusivo -con vacas, cerdos y gallinas- se lleva a cabo durante todo el año.
Hubo un foro sobre el tema en la reunión de otoño de 2024 de la Sección y la gente de este grupo está retomando la iniciativa y quiere seguir trabajando en ello en este grupo de trabajo.
La agricultura social puede considerarse un tercer elemento junto a la educación curativa y la terapia social dentro del tema general del desarrollo social integrador. La relación entre la ecología de la tierra y el ser humano pasa a ser central en un mundo condicionado a migrar a la realidad virtual y puede proporcionar así medios para reconectar y sanar.
Esto también podría formularse en términos de los tres horizontes:
HORIZONTE 1:
Un sistema dominante que pierde su utilidad:
- Pensamos y sentimos: «vita aktiva», ¡eso es la vida real!
HORIZONTE 2:
Un sistema de transformación capaz de facilitar un cambio de patrones:
- Pensamos y sentimos: un equilibrio entre «vita aktiva» y «vita contemplativa», ¡esa es la buena vida!
HORIZONTE 3:
Un sistema alternativo. Podemos anticiparnos en medio de las turbulencias:
Creo y siento que la base real para actuar fuera de mí mismo y de las exigencias del mundo es la «vita contemplativa», de la que procede toda paz, presencia en el aquí y ahora y también toda actividad en el futuro.
Véase el artículo de Oliver Koenig en The Goetheanum, 48/2024